domingo, 30 de junio de 2019

Sobre las PASO, decíamos ayer....


Ante la inminencia de unas nuevas elecciones PASO, nuevamente se alzan algunas solitarias voces para tratar de suspender este despilfarro sin sentido. Y como siempre, están fracasando con todo éxito. Ya lo dijimos en 2017 y en 2013, pero tenemos que repetir algunos conceptos, porque pareciera que en la Argentina, todo lo que no funciona, permanece inalterable con el correo del tiempo. O quizás sí funciona para un grupo de personas.

http://incorreccion.blogspot.com/2017/08/las-paso-y-la-falta-de-seduccion-del.html

http://incorreccion.blogspot.com/2013/08/las-paso-otra-payasada.html

Ya dijimos lo que son las PASO. Son el reemplazo de las elecciones internas en los inexistentes partidos políticos argentinos, de un modo incomprensible obligatorias y menos comprensible aún pagadas por el Estado. Funcionan como encuestas bastante certeras, y eliminan de la competencia a los partidos políticos que no superen determinado porcentaje de votos.

Años atrás solíamos atacar a lo que llamábamos la Partidocracia. Ojalá tuviéramos algo así hoy ante que esta Frentecracia. Ya no hay partidos políticos, hay sellos de goma que se alquilan al mejor postor antes de una elección y forman Frentes de varios sellos de goma auspiciando a algún candidato muy conocido. Puede ser candidato cualquier hijo de vecino, con abultada billetera o adecuado financiamiento o soporte (caso Espert) que en definitiva no representan a nadie. ¿Para qué lo hacen? No se sabe.

Además, todos saben que el régimen presidencialista en general polariza la elección por el concepto de voto útil o vota anti algo; e impide el voto a fuerzas menores que de otra manera podrían tener un caudal de votos superior y conformar un Congreso diverso, como quieren actualmente el lobby LGTBI+ y otros...(En España, donde no se vota Presidente, el reparto de votos entre muchos partidos es notablemente disperso).

En fin, veremos pasar otras PASO, absolutamente innecesarias, donde no se define nada que no se haya definido en algún escritorio detrás de bambalinas.

Los que se dicen representantes del Pueblo, cada día más lejos de la Gente.

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