domingo, 29 de julio de 2018

Carlotto, Cohen Sabban y las dispensas papales del siglo XXI

Los hechos se suceden cerca nuestro, entre nosotros y casi que nos parecen normales, no nos damos cuenta. Cuando lo anormal no nos preocupe, es tiempo de preocuparnos. 

Dijimos alguna vez que en una monarquía (o dictadura o llamenlo como quieras) las opositores políticos o culturales tienen las cosas más claras que en una democracia moderna, es decir, saben cabalmente cual es su radio de acción. Por ejemplo en la Cuba moderna, lo opositores que no viven encarcelados, (como las Damas de Blanco o bloggeros como Yoani Sánchez) saben perfectamente cual es la raya que no pueden cruzar y lo que les espera detrás de la misma. Hay cierta previsibilidad. Se podría decir casi lo mismo de Venezuela, donde incluso se celebran elecciones en donde la oposición participa, en el marco de una dictadura popular clásica. En tanto en la democracia moderna, donde todo está permitido salvo lo que está tácitamente prohibido, esto no está tan claro por lo cual, ya que la democracia permite casi todo incluso la libertad de expresión, cuando a los detentadores del Poder Real les molesta la opinión (y a veces solo la pregunta) de algún ciudadano, la manera de accionar contra ellos no es la Ley, ya que no se puede, sino la etiqueta de Herejía y la condena hecha pública. La raya que tan claramente aparece en la dictadura, se hace aquí difusa y discrecional.

Podemos hablar en este punto de las indulgencias o dispensas que existen como teoría y práctica en la Iglesia Católica. Este concepto que nos viene del cristianismo más antiguo, se podría explicar  como la potestad de una autoridad de la Iglesia de eximir o minimizar la pena impuesta a un feligrés que ha cometido un pecado, o cambiar la pena impuesta por alguna contraprestación sea esta por alguna acción o lisa y llanamente dinero.

Este tema, que generó tantas discusiones en la Iglesias Católica y fue parte de los puntos que separaron a Lutero y la Reforma del la Iglesia Católica, lo vemos en el siglo XXI de otra manera.

Fundamentalmente en la Argentina hoy con la discusión sobre el aborto, vemos nuevamente ataques a la Iglesia fundamentados de una manera incorrecta, como si la misma tuviera el mismo poder que tuvo en el año 1400, por ejemplo. No hay que ser un Arnold Toynbee para entender que el poder de la Iglesias viene menguando hace siglos, y que se les sigue otorgando un papel (obviamente dañino) que hace siglos no tienen. Es probable, y lo dejo como hipótesis, que detrás de esto estén quienes realmente detentan el Poder Real y desean con esta acusación resguardarse de la misma.

Hoy, en este mundo moderno y cibernético, materialista y ecléctico, seguimos construyendo mitos cuasi religiosos, lugares donde la opinión en contrario no es permitida, mitos que tienen sus protectores y sus monjes, con pecados no tan claramente definidos pero sí existentes, y con un mecanismo discrecional de indulgencias y dispensas que harían palidecer a algún religioso católico del presente. Y con la complicidad de gran parte de la opinión pública.

Caso 1: Cohen Sabban y Esmeralda Mitre

Esmeralda, definida como actriz, modelo y cantante poco conocida, es más reconocida por descender de Bartolomé Mitre y por haberse casado con Darío Lopérfido que por sus atributos artísticos.

En su inocencia, Esmeralda cometió una herejía. Puso en duda la cantidad de desaparecidos en los años 70 en la Argentina y para reforzar su teoría, hizo referencia a la cantidad de judíos muertos en el llamado holocausto diciendo que "no fueron tantos".  Herejía total que con anterioridad también había sido hecha por su marido y le provocó consabidos problemas. 

El monje en esta ocasión fue el presidente de la DAIA, Ariel Cohen Sabban. Ariel es conocido por su ortodoxia religiosa. Esa ortodoxia donde el papel de la mujer es más que secundario pero que, aparentemente, no hay hoy pañuelo verde o femibolche que esté preocupada. No hay que viajar a Israel para ver a las mujeres judías ortodoxas usar pelucas para no dejar ver sus cabellos, o bañarse en el mar vestidas, o caminar siempre detrás del hombre, o tener diferentes lugares en la Sinagoga. Otras intimidades no nos constan pero sabemos que pasan.

Ariel, rosarino hincha de Newell's de muy buen pasar económico, salió con los tapones de punta como recio marcador central. Casi de manera judicial, la llamaron a Esmeralda a "declarar" a la DAIA donde, por declaraciones de sus propios miembros y de Esmeralda, fue bastante maltratada.

Luego Ariel tomó protagonismo y paseó por los medios, con frases varias y contradictorias, tales como:

"No podemos perdonar por aquellos que fueron masacrados en el Holocausto"

"No soy de los que miden las tragedias por el número de las víctimas. Un solo muerto puede constituir una tragedia"

"Nosotros no tenemos potestad de perdonarla a Esmeralda Mitre. Lo que sí podemos asegurar es que cada vez que se banalice la vamos a salir a replicar"

"Desde la DAIA vamos a levantar nuestra voz contra cualquiera que busque minimizar lo que significo el Holocausto y combatiremos cualquier intento de negacionismo. Del mismo modo, convocaremos a Esmeralda Mitre para que mantenga una reunión con las autoridades de la DAIA."

"Con respecto a las declaraciones de ayer de Esmeralda Mitre a , es nuestro deber volver a reiterar que no puede ni debe existir duda alguna sobre el número de judíos asesinados durante el nazismo."

Lo que pasó luego es bien conocido pero ha sido MAL analizado. Don Ariel visitó a Esmeralda en su domicilio particular donde, según esta última, se habría querido propasar sexualmente. El hecho tomó estado público y la DAIA le pidió la renuncia a su presidente. Pero el hecho importante no fue la actitud donjuanesca de Ariel sino el hecho real por la cual la DAIA lo removió del cargo: Ariel Cohen Sabban le hizo una propuesta a Esmeralda Mitre de perdonar sus "pecados", mediante una visita de purificación personal a sitios en Alemania acompañada por jóvenes judeo-argentinos, que le costaría a Esmeralda la módica de U$S 80.000 (ojo, en cuotas). Lo que la DAIA quiso tapar (y lo hizo con efectividad y la complicidad de los medios) fue la comprobación de la venta de indulgencias a pecadores anti holocausto. 

Es por eso que tomó preponderancia el hecho de su supuesto acoso sexual, hecho que quedó luego rápidamente archivado en los medios que nos bombardean diariamente con supuestos acosos de actores ocurridos hace 10 años. Lo de Arielito, olvidado.


Caso 2: Enriqueta Estela Barnes de Carlotto y Alberto Rodriguez Saa

Sorprendió en los medios una declaración de Estela de Carlotto, presidente de las Abuelas de Plaza de Mayo. El gobernador de la provincia de San Luis, el enigmático Alberto Rodriguez Saa, habría enviado una carta en 1978 junto a otros vecinos puntanos al por entonces integrante de la junta militar Almirante Massera, en la que se acusaba al ex diputado de la Unión Cívica Radical, Arturo Negri, y a otros funcionarios del gobierno democrático depuesto en 1976, de tener relaciones con “movimientos subversivos” y se pedía “un castigo ejemplar”.

Doña Estela, cuya hija Laura militante subversiva pasó a la clandestinidad durante un gobierno democrático para luego nunca más aparecer, expresó del gobernador (sin siquiera sonrojarse): 

“De esa carta ya sé, es un pasado. La oportunidad del cambio hay que dársela a todos”. 

“No creo que ustedes piensen del actual gobierno de esta provincia, creo que viven bien, que tienen un ejemplo de provincia donde las necesidades básicas están bien satisfechas. Si uno guardara esos malos recuerdos, pocos quedaríamos de pie. Muchos han cometido errores y después han vuelto al redil y se los ha recibido como un hijo pródigo”, agregó Carlotto a los periodistas.

Actos seguido fue nombrada Visitante Ilustre por el Concejo Deliberante local, por su labor en pos de los Derechos Humanos. La monje negra Estela Carlotto volvió a Buenos Aires luego de vender una indulgencia. Notable como el pasquín digital Página/12 hace referencia a esto sin ningún comentario adicional...
(https://www.pagina12.com.ar/130872-carlotto-y-rodriguez-saa)

Resumimos estos dos casos, que son decenas. Pero todo esto sucede ante nuestra pasividad. ¿Quienes son la DAIA, Carlotto, Bonafini,etc; para adueñarse de hechos históricos, impedir su debate (notable esto en democracia) y por lado condenar y por otro lado perdonar a diestra y a siniestra según su necesidad y conveniencia política? ¿Dónde está ese Estado supuestamente presente?


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