
Leyendo una carta de lectores en La Nación, llego a una nota de Página/12. No creo que hubiera llegado de otra manera a dicha publicación.
(La nota en su totalidad la pueden leer en http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/index-2007-10-09.html.)
Ahora bien, algunos comentarios sobre los dichos del sr.Mario Wainfeld y nuestra incorrecta reflexión de cada día:
“El respeto, la educación, la cortesía, el acatamiento a las reglas son subrayados como discordantes con tendencias instaladas y expandidas. Hay un espíritu del rugby, se pregona. No se dice aristocracia, no es el momento, pero el significado refulge aun en el silencio.” (no nos cabe duda que esto es así, si en este país el modelos son Marcelo Tinelli y Jorge Rial, los exabruptos de Maradona son festejados por casi todos y el mismísimo presidente se caga -perdón- en el protocolo y la educación, entre otras cosas. Y si la aristocracia es el gobierno de los mejores, cuanto añoro algo que se le parezca...)
“La narrativa deviene mito, se instala que hay un modo Puma de cantar el himno, con pasión y a voz en cuello. Tan distante, che, de los jugadores de fútbol, desganados o hasta ignorantes de la letra de Vicente López y Planes “. (sobran los comentarios, más porque la letra del himno la saben todos).
Y ahora vayamos a este punto impresentable:
De paseo por la blogósfera, el cronista encuentra un crítico aún más enconado. El atractivo blog Vida binaria se indigna: “¿Nadie va a decir nada de Los Pumas? ¿A nadie le molesta que sean todos gente ‘bien’? ¿Nadie va a decir nada sobre esos acentos insoportables? ¿Los judíos no juegan al rugby? ¿Nadie se pregunta qué hacen 10 mil argentinos alentando a Los Pumas en París? ¿Y con qué guita van? ¿No es facho llorar con el Himno? ¿Hay antidoping en el rugby? ¿Es joda esto?”. Las preguntas son provocativas, algunas quizá excesivas pero el escriba-blogger da en el blanco. 1.Los judíos sí juegan al rugby, hay equipos como Hebraica y CASA de Padua en el torneo de la URBA. Calculo que no serán tan buenos como para jugar en Los Pumas. ¿O están proponiendo un cupo mínimo obligatorio?
2.Posiblemente hubo 10.000 argentinos porque muchos vivan por allí, otros tanto hayan viajado como en los mundiales de fútbol y basket pero, fundamentalmente, porque en este país no se les prohibe a los ciudadanos salir del mismo.(por ahora, hasya viajan Los Borrachos del Tablón...)
3.Y si es facho llorar con el himno, bueno, soy un camisa negra.
Mario Wainfeld se remite a este blog dado que es más fácil poner en boca de otros lo que uno quiere decir, y probablemente no se anima.
La nota es jugosa, no la leo más veces porque he leído mil cosas parecidas a las publicadas en este pasquín a lo largo de mi vida pero dá para los más variados análisis. Dicen que Orlando Barone anda destilando el mismo veneno en otras páginas, lo cual no me extraña en absoluto. (Si nos criticaba por emocionarnos con la nieve del 9 de julio)
Sólo les dejo una anécdota familiar, quizá un poco burguesa para Página/Bolche.
Un tío trabajó por esas cosas de la vida algunos años en el exterior. Durante un 9 de julio hubo un acto en el colegio al cual mi prima asistía que, o se llamaba República Argentina o tenía el nombre de algún prócer nuestro -juro que no recuerdo- con la asistencia de nuestro embajador. Se entonaron las estrofas de la Marcha de San Lorenzo y mi tío, me confiesa, no la pudo cantar. Sabía la letra y quería cantarla, pero un nudo en la garganta y un aflorar de lágrimas de sus ojos se lo impidió, como le impidió contarme el final de esta anécdota porque, 30 años después, también lloró recordándo ese momento. Para los materialistas, racionalistas y otras yerbas (marxistas y liberales entre otros, algunos de ellos bien chetos) es probable que esto sea difícil de entender. Cada uno de NOSOTROS sabrá por qué, a la distancia, el inconfundible eco de una canción patria (o al menos conocida) nos emociona. Pensaremos en la familia, los amigos, el colegio, el barrio, la PATRIA, nuestros problemas, miserias y logros. En las ausencias. Quizá ni repararemos en la letra de la canción.
Hace unos meses estando en España escuché por las callejuelas del Barrio Gótico de Barcelona una inconfundible guitarra criolla y un morocho de los nuestros cantando un tango de mi flor. También me emocioné.
Señor Wainfeld, blogero referenciado: ¿con qué canción Uds. lloran?