lunes, 18 de junio de 2007

Pensamiento oriental



Durante años practiqué Karate-Do estilo Shotokan. Fuí un mediocre alumno de grandes profesores como José García Maañón y Juan Carlos Landaburu.
Antes de cada clase, durante el saludo inicial, el alumno de mayor jerarquía decía en voz alta cincos frases que todos repetían al unísono. Alguna vez me tocó ese honor.
Formaron parte de mi vida pero les dí más valor una vez que dejé la práctica activa del Karate. No las recordaba todas, pero una rápida búsqueda en Internet me las trajo. En un Blog de pensamiento occidental, un poco de pensamiento oriental.

Intentar perfeccionar el carácter: Tener como objetivo el perfeccionamiento del carácter y la personalidad. Nos enseña que el Karate-Do es más que un mero ejercicio físico, a través del entrenamiento riguroso, desarrollamos el espíritu de lucha y de superación. El practicante aprenderá a controlar su mente y a vencer las dificultades que el ejercicio físico le deparan. Fortalecer el espíritu ante las adversidades contribuye para el perfeccionamiento del carácter. Asimismo aquellos que están físicamente más limitados tendrán siempre el espíritu para perfeccionar.

Ser correcto, leal y puntual: Tener siempre en mente el camino de la honestidad. Defender siempre la verdad, ser honesto con uno mismo y con los demás.

Tratar de superarse: Mantener siempre el espíritu de perseverancia y esfuerzo. Esta máxima se refiere a la completa dedicación y al esfuerzo necesario que se debe de tener para alcanzar la maestría en el Arte Marcial. Sin esto sería imposible de conseguirlo.

Respetar a los demás: Mantener siempre el respeto hacia el Karate-Do y su etiqueta, el Maestro, los compañeros de entreno y todo lo que nos rodea. El respeto hacia los demás es común a todas las Artes Marciales en especial las Japonesas. Se dice frecuentemente que las Artes Marciales comienzan y acaban con la Etiqueta (Respeto). La Etiqueta en el Dojo es particularmente bien definida con el Saludo (Rei) que todos tenemos que hacer al entrar y salir de el. Antes de comenzar y al final del entrenamiento el instructor (Sensei) y los alumnos alineados en posición de "Seiza" meditan y saludan en memoria a los Maestros del pasado. La cortesía continúa durante el entrenamiento con los saludos que se hacen al inicio y al final de cada combate (Kumite) y de cada ejecución de Kata. Esta máxima evidencia una fuerte tradición Samurai. Da sentido a la fidelidad que se debe mostrar hacia el instructor y hacia los compañeros de mayor nivel. La fidelidad demostrada hacia el instructor será compensada con la transmisión de sus conocimientos. Este lazo entre el instructor y el alumno es extremadamente valioso, constituyendo la base del aprendizaje y de la relación entre las personas.

Abstenerse de procederes violentos: Controlar en todo momento la agresividad y las emociones. Es responsabilidad de todos los practicantes abstenerse de comportamientos violentos. El objetivo del entrenamiento del Karate-Do es el control mental y físico y debe influir en nuestro comportamiento. Su utilización como defensa personal será sólo en caso de extrema necesidad y si no existe otra alternativa.
Al principio y al final de cada clase, los Karatekas alineados correctamente, a la voz del Sempai, adoptan Seiza y harán Mokuso (Breve concentración para limpiar la mente y reunir toda la energía o volver a la calma), después se nombrará el Dojo Kun (Moral del Dojo y preceptos del Karate-Do).

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